Y SOÑÉ QUE EXISTÍAS
Y soñé que existías,
despacio venías,
a tiempo, paciente, calmado,
mientras te buscaba
no te hallaba,
y esperé...
Y soñé que existías,
si, te soñé, te oía,
un sonido impercepctible a todos,
solo Tú, solo yo,
e insistente miraba el reloj,
queriendo marcar mi cronos,
y era extraño su sentido...
tan solo no lo tenía.
Y soñé que existías,
y me miraba en tus ojos,
me invitaban a quedarme,
escudriñarme, desarmarme,
y a la vez soltarme...
Y soñé que existías,
ya no me resistía,
por fin me rendía,
me entendías...
Y soñé que existías,
la calidez anhelada,
la grandeza, fortaleza,
capaz de ser refugio,
manantial refrescante,
experiencia alucinante...
Y soñé que existías,
¿y que sentía?
como el sol al día,
como el fuego ardía;
¡cuán segura me sentía!
protegida, sin cadenas, sin cargas,
liberada y cautivada a la vez,
seducida.
Y soñé que existías,
todo Tú,
completud,
plenitud,
sin faltantes,
toda yo,
encontrada,
en mi, en ti,
y más nada.



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