CUANDO TEMÍ

Cuando temí,
mi
cuerpo se estremecía
todo dolía,
¿Puede doler al
instante el cuerpo, la mente?
Cuando temí,
solo
deseaba que todo pasará,
y nada, abrí los
ojos y aún estaba…
Cuando temí,
busqué tantas
respuestas
que se enredaba
mi cabeza entre porqués, dudas,
era absurdo,
era
como estar en otro mundo,
paralelo,
donde
solo estaba yo con mi miedo.
Cuando temí,
me
hundí,
repentinamente no
vi más que densas tinieblas,
aguas profundas,
algas escabrosas,
y mientras más
temía,
más profundo me sumergía.
-¡Mírame!
Lo oía, no podía,
tan solo no podía,
me hundía.
Cuando temí,
olvidé por
instantes mi nombre, Su Nombre, Su voz.
Cuando temí,
sucumbí ante lo
que yo llamaba realidad,
pero, ¿Qué era
verdad?.
Cuando temí,
olvidé de dónde
venían mis fuerzas…
-¡Mírame!
lo oía, no podía,
pero…
-¡Mírame!
lo oía;
-¡Mírame!
y lo vi…
-¡Mírame!
Estoy
aquí, siempre estoy,
¿Y me dejas
hundir?, Recriminé.
-¡Mírame!
-desvías tu
mirada y con ella tu corazón,
-luchas sin mi,
-miras lo
aparente, sin sentido.
-Aquí estoy.
Cuando temí,
cuando volví a
temer, supe que hacer.


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